El viaducto sobre el Barranco de la Bota, una de las piezas clave del nuevo acceso al Puerto de Querol en la carretera N-232 a su paso por Morella, Castellón, ha sido reconocido con un accésit en la categoría a la mayor innovación en el ámbito de la estructura de los V Premios ACHE, otorgados por la Asociación Española de Ingeniería Estructural.
Los premios ACHE distinguen aquellas obras que, por su calidad, importancia e innovación contribuyen al progreso de la ingeniería estructural, y subrayan el carácter innovador y sostenible de una infraestructura que marcó un antes y un después en la mejora de la conectividad entre la Comunidad Valenciana y Aragón.
Finalizadas en 2022, las obras de acondicionamiento del Puerto de Querol respondieron a la necesidad de suprimir uno de los tramos más conflictivos de la red viaria estatal. Con una longitud de 12 kilómetros, el nuevo trazado sustituyó una carretera con curvas muy cerradas, gran pendiente y frecuentes problemas de vialidad invernal por una vía más segura y funcional, que incluye carril adicional para vehículos lentos, nueve viaductos y un túnel de 198 metros.
La principal estructura del proyecto, el viaducto sobre el Barranco de la Bota ha sido especialmente valorado por su solución estructural singular: un arco inferior metálico de planta curva. Esta tipología rompe con la tradicional geometría plana de los arcos y aprovecha las propiedades del acero, que se comporta eficazmente tanto a compresión como a tracción. El resultado es una estructura con un comportamiento espacial optimizado, que amplía las posibilidades de diseño en este tipo de soluciones.
Además de la innovación estructural, el proyecto ha sido un referente en términos de sostenibilidad y respeto medioambiental. El trazado atraviesa una zona de alto valor ecológico protegida por la Red Natura 2000, por lo que se adoptaron numerosas medidas de integración paisajística y protección del entorno: pasos de fauna, muros ecológicos con revegetación, pantallas acústicas, tratamientos cromáticos en taludes, y un uso responsable de recursos y medios auxiliares. Asimismo, el antiguo trazado de la carretera se ha conservado como vía de servicio para accesos locales y usos agrícolas o forestales, evitando el consumo de nuevos suelos.
La concesión de este accésit supone un reconocimiento al trabajo conjunto de todas las entidades que hicieron posible esta infraestructura: promotores, proyectistas, constructoras, direcciones facultativas y equipos técnicos que apostaron por una ingeniería comprometida con la seguridad, la innovación y el entorno.
TYPSA junto a MC2 e INTEMAC desarrollaron conjuntamente un papel muy destacado en el proyecto, su participación consistió básicamente en la elaboración de los proyectos modificados y complementarios, la asistencia técnica y asesoramiento a la dirección de obra, análisis de estabilidad frente al viento del arco durante la construcción y en servicio. Adicionalmente se tomó el mando con el control de soldaduras del arco metálico, supervisadas tanto en taller como en obra.
